Ana. ¿Nos hemos aconstumbrado a un papel en la cama de dar placer y no somos capaces de valorar en su medida nuestro placer propio?
Carme. Lo ideal sería una mezcla de dar, recibir y sentir. No podemos estar sólo pendiente de la pareja porque entonces no disfrutaríamos del todo, pero tampoco es conveniente centrarse en el propio placer durante toda la relación sexual porque estamos en pareja, no nos estamos masturbando. Muchas veces se recomienda, para ayudar a la concentración en el placer de la otra persona y en el propio, un juego de alternancia: primero un miembro de la pareja se concentra en dar placer y el otro en sentir, y al cabo de un rato se invierten los papeles. Ana. ¿Y si no me excita nada dar placer? ¿Y si sólo me excita dar placer? -yo diría que son comportamientos un poco poco alterados, a veces relacionados con la educacion recibida.
Carme. Más que no excitarse, la mayoría de las personas me han comentado que les da pereza (siempre y cuando la pareja les excite y se sienten atraidas… lo digo porque a veces esa excusa esconde detrás un desencanto sexual, o de pareja, o ambos…). Puede ser que a algunas personas les excite mucho dar placer y que consigan incluso llegar a tener un orgasmo sólo dando placer a la otra persona, pero, por lo general a las personas también nos gusta recibir “regalos de placer” ...